ISPO Textrends Award Otoño/Invierno 24/25

Ya sean capas base, segundas capas, membranas, materiales aislantes o revestimientos, este año la industria textil se dedica con mayor intensidad al gran tema de la sostenibilidad. No se puede llegar lejos en la industria textil sin ideas ecológicas. En el caso de muchos productos, el jurado tuvo una sensación de déjà vu: los tejidos ya habían llamado la atención en años anteriores y aparentemente nada había cambiado en términos de rendimiento y estructura. La gran diferencia: el cambio a materiales ecológicos y métodos de procesamiento más respetuosos con el medio ambiente. Una enorme mejora para los productos de alto rendimiento.

Otra tendencia: los monotejidos. El ciclo de vida y la eliminación de un producto deben tenerse en cuenta ya en el desarrollo de los textiles. Un factor clave para la economía circular son los llamados monomateriales. Esto permite reciclar, biodegradar o reciclar el producto al final de su ciclo de vida.

Los monotejidos no tienen por qué estar formados al 100% por la misma fibra, pero deben proceder de la misma categoría, como la celulosa, la lana, el algodón, la seda, la viscosa y las fibras sintéticas, el nailon y el poliéster. Aunque la tasa de degradación puede variar ligeramente en los tejidos mezclados, el proceso de degradación es más controlable y predecible porque proceden del mismo conjunto de fibras.

En el caso de los tejidos de punto y de las telas, los fabricantes han encontrado formas de lograr la elasticidad sin utilizar elastano. En el caso de los tejidos deportivos, una buena elasticidad es esencial, tanto para un ajuste como para un rendimiento óptimos. El hecho de que no se añada elastano también contribuye a un mejor reciclaje de los tejidos. Porque separar el spandex de la fibra principal en un tejido mezclado no es fácil. Por ello, los productos con elastano tienen más probabilidades de ser desechados que reciclados.

Según los expertos, la ropa deportiva no sólo es funcional, sino que también debe sentirse bien y dar una sensación de lujo. Las primeras y segundas capas, en particular, tienen ese cierto "toque de lujo", desde los sintéticos de monofilamento en calidad flexible y elástica hasta la lana merina en mezclas puras e híbridas. Los tejidos y las capas exteriores se están volviendo notablemente más suaves en la industria, pero también mucho más silenciosos, eliminando el ruidoso crujido familiar de los productos textiles más antiguos. Incluso los materiales aislantes, que por definición siempre han sido ultraligeros, presentan nuevas calidades que resultan realmente sensacionales.

Los residuos, tanto los procedentes de la industria alimentaria y agrícola como los restos de telas y recortes en las fábricas, se convertirán en un valioso recurso. Esta tendencia se establece a partir de la gran demanda de tejidos y tintes que puedan trabajar con este recurso a través de conceptos innovadores.

Otra área de interés en términos de sostenibilidad y conservación de recursos es el desarrollo de productos que utilicen menos agua. Pueden ser, por ejemplo, hilos teñidos o estampados sin agua. La reducción de las necesidades energéticas en la producción de prendas de vestir se hace patente en el creciente interés por el mapeo corporal, especialmente en los tejidos de punto y en las telas. Se trata de desarrollar las prendas de manera que requieran menos costuras.

Cada vez más fabricantes apuestan por un origen biológico y por la biodegradación. Novedades: tejidos sintéticos tratados con un ingrediente que acelera la degradabilidad de los productos. El acelerador se encuentra en el propio hilo o se aplica al producto acabado. También se ven cada vez más tejidos de base biológica derivados de recursos naturales como la remolacha azucarera, el ricino y la piña, así como el bio-poliéster y el bio-nylon. Los primeros ofrecen ahora un rendimiento aún mayor porque se añade otra forma de fibra (también de origen orgánico), que aumenta la durabilidad de los materiales.

Son muchas las tendencias que el jurado de ISPO Textrends ha encontrado esta vez. Por cierto: esta vez la reunión del jurado no tuvo lugar en Múnich, como es habitual, sino que fue acogida por CITEVE, el instituto de investigación de la industria textil portuguesa, directamente en Portugal. A pesar del cambio de escenario, los expertos debatieron sobre productos de siete sectores diferentes y los pusieron a prueba. Observando, tocando, probando, evaluando... al final, el jurado se puso de acuerdo sobre las tendencias que la industria textil puede esperar para el otoño/invierno 24/25.